7 ladrones del tiempo

 

 

“Si el tiempo es lo más caro, su pérdida es el mayor de los reproches.”.

Benjamin Franklin.

 

¿Ladrones de tiempo? Seguramente ya hayas oído hablar de ellos.

 

Es un concepto que se utiliza para designar todo aquello que hace que las horas que dedicas a tu trabajo no rindan tanto como te gustaría.

 

En este artículo me gustaría diferenciar los dos tipos que hay: ladrones de tiempo internos y externos.

 

Los ladrones de tiempo externos son los más conocidos.

 

Estoy segura de que ya sabes que costumbres como estar pendiente del teléfono o el correo electrónico suponen una pérdida de concentración continua que dificulta tu productividad.

 

El problema viene con los otros, los ladrones de tiempo internos: son menos conocidos y por eso es de los que te voy a hablar hoy.

 

Si ya sabes que el tiempo es el valor más preciado que tienes, debes poner freno hoy mismo a las actitudes que hacen que lo pierdas.

 


¿Qué son los ladrones de tiempo internos?

 

Son prácticas a las que, si no les pones freno, acaban convirtiéndose en obstáculos que afectan negativamente a tu rendimiento.

 

Es muy importante que estés alerta y que aprendas a combatir a los ladrones de tiempo que te impiden tener una productividad máxima.

 

Los 7 ladrones de tiempo internos que debes identificar y evitar a toda costa.

 

Existen muchos y muy variados porque cada uno tenemos los nuestros propios.

 

Yo he leído bastante acerca del tema y he aprendido a reconocer los que me estaban afectando.

 

Por eso, hoy quiero compartirlos contigo para que tú también puedas aprender cómo dejar de perder el tiempo y aumentar la productividad de tu negocio.

 

La indecisión

Si eres una persona indecisa estás perdiendo demasiado tiempo porque te cuesta elegir entre diferentes opciones.

 

Si bien es cierto que no deberías decidir a la ligera sobre los temas relevantes para tu negocio, no todas las decisiones tienen el mismo peso ni importancia.

 

Las personas indecisas no tienen adherencia con los resultados por falta de seguridad en sus elecciones.

 

Por eso se afectan demasiado por las equivocaciones y no disfrutan lo suficiente con los aciertos.

 

En consecuencia, debes seguir un método para evitar equivocarte:

 

  • Define la cuestión y su repercusión.
  • Establece los resultados esperados.
  • Sopesa las alternativas y compáralas.
  • Decide objetivamente cuál es la más beneficiosa.
  • Evalúa los resultados a medida que se van produciendo.

 

No dejes que el miedo a cometer errores te paralice. En el peor de los casos, habrás aprendido y tendrás la oportunidad de mejorar.

 

La procrastinación

Ya lo decía Charles Dickens: “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”.

 

Estoy segura de que has oído esa frase muchísimas veces. Aun así se sigue repitiendo y por algo será.

 

Y es que aplazar lo pendiente es un hábito altamente peligroso para tu proyecto.

 

En el momento le dará un descanso a tu cerebro. El problema es que el tiempo liberado suele llenarse con tareas de menor importancia y eso produce culpabilidad.

 

Aunque te parezca una tarea aburrida, empiézala y acábala.

 

De esta manera, el premio para tu cerebro será haber terminado y no el descanso de haber aplazado.

 

El desorden

No es cierto eso de que el desorden ya es un método en sí mismo. Esa afirmación, no es más que una excusa.

 

Por otro lado, existen estudios que afirman que el desorden es beneficioso para estimular la creatividad ya que, al ser un sistema abierto, obliga a buscar diferentes soluciones.

 

De todas maneras, no te tomes esto al pie de la letra ya que, aunque las personas creativas suelen ser desordenadas, vivir en desorden no te hará una persona más creativa.

 

Aparte de esto, debes tener bien organizado tanto tu espacio de trabajo como el archivo, físico o digital, que utilices.

 

De esta manera, encontrarás lo que buscas sin malgastar tiempo en ello.

 

Por eso, te recomiendo que busques tu propio sistema y que, ante la duda trates de quedarte en un punto medio.

 

Encuentra el equilibrio entre acceder a todo de manera fácil sin dedicar mucho tiempo a ordenar.

 

La falta de sueño

No dormir las horas necesarias es un gran error, aunque quizás sea lo primero que haces cuando no tienes tiempo.

 

Está comprobado científicamente que si no duermes lo suficiente estás perjudicando tu capacidad de concentración y memoria y, con ello, el rendimiento de las horas que dedicas a trabajar.

 

Por eso, y aunque no todo el mundo necesita las mismas horas para rendir adecuadamente, deberías descansar al menos 7 horas al día para para preservar tu salud y trabajar al máximo rendimiento.

 

Las multitarea

Hacer varias tareas al mismo tiempo es una malísima idea que hará que consigas lo contrario de lo que quieres.

 

Es mejor que clasifiques por orden de importancia (o de urgencia que, aunque no es lo más recomendable, en ocasiones es inevitable) y que las vayas solucionando temas uno a uno.

 

Esto, además de hacer que tus horas rindan más, va a ayudar a tu autoestima ya que vas terminando tareas en lugar de tener varias abiertas al mismo tiempo.

 

No saber decir que no

Cuando estableces tus prioridades, tienes que tener el control sobre tu tiempo. De lo contrario puedes terminar haciendo el trabajo de otras personas.

 

Y no, no se puede agradar a todo el mundo ni se puede abarcar todo.

 

Así que, planifica tu lista de tareas y cumple los objetivos que te marcas. Después, si te sobra tiempo, podrás atender o ayudar a los demás.

 

Al trabajar con clientes, en ocasiones, puedes parecer siempre disponible pero eso no es recomendable si quieres tener un alto rendimiento.

 

Define tus prioridades para enfocarte en lo realmente importante.

 

No saber delegar

Como ya te conté en este otro artículo de mi blog, no delegar las funciones va a hacer tus procedimientos de trabajo menos efectivos.

 

Esto es porque dejas de centrarte en el eje de tu negocio mientras pierdes el tiempo en solucionar problemas del día a día.

 

Piensa en el rendimiento que podrías sacarle a tus horas y en si las estás dedicando a áreas en las que eres imprescindible.

 

Si crees que estás abarcando demasiada carga de trabajo, ha llegado la hora de empezar a delegar.

 

En cuanto lo hagas verás los buenos resultados, tanto a nivel productivo como económico ya que el coste de tus horas es mayor al rendimiento que le estás sacando.

 

Si no sabes qué tareas puedes empezar a delegar para aumentar tu propia productividad, consulta mi página de servicios.

 

Ahora ya conoces los 7 ladrones de tiempo internos que yo he eliminado para aumentar el rendimiento de mi negocio.

 

Y a ti, ¿también te roban tiempo estos u otros ladrones?

 

Comparte en los comentarios si te identificas o si hay otras actitudes que te hacen perder tiempo.

 

Estaré encantada de leerte y responderte.

 

Sobre Dolores Santonja.

Ayudo a negocios unipersonales a gestionar su día a día de manera ágil, flexible y segura. De esta manera invierten más tiempo en su negocio y crecen tanto a nivel profesional como personal.

 

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